La biología de la creencia por Bruce Lipton: Resumen del libro

Este artículo es un extracto de la guía del libro deShortform "La biología de la creencia" de Bruce Lipton. Shortform tiene los mejores resúmenes y análisis del mundo de los libros que deberías leer.

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¿Te controlan tus genes o los controlas tú? ¿Cómo afectan tus pensamientos a tus células y a tu salud? ¿Dónde se encuentra realmente el cerebro de una célula?

En La biología de las creencias, Bruce Lipton sostiene que usted tiene más control sobre su salud y su expresión genética de lo que cree. Afirma que tus pensamientos y creencias pueden tener un poderoso impacto en tu cuerpo, influyendo en todo, desde tu sistema inmunitario hasta tus hormonas.

Lea a continuación un breve resumen de La biología de la creencia.

La biología de la creencia, de Bruce Lipton

En La biología de las creenciasBruce Lipton cuestiona la idea de que los genes determinan nuestro destino. Basándose en décadas de investigación en biología celular y epigenética, explica cómo nuestras creencias y pensamientos pueden tener un profundo impacto en cómo se expresan nuestros genes y, por tanto, en nuestra salud física y mental.

Bruce Lipton es un biólogo celular conocido sobre todo por sus revolucionarias investigaciones sobre células madre en la Facultad de Medicina de Stanford y su trabajo en el campo de la epigenética (cómo el comportamiento y el entorno pueden afectar al funcionamiento de los genes). Ha enseñado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Wisconsin y en la Universidad de St. Lipton es también autor de Evolución espontánea (2010), que explora la conexión entre biología y conciencia, y de El efecto luna de miel (2014), que analiza cómo la física cuántica y la bioquímica pueden ayudarnos en nuestras relaciones amorosas.

En este libro, Lipton presenta pruebas procedentes de su investigación sobre la vida celular para apoyar la idea de que creamos nuestra realidad por la forma en que interpretamos y reaccionamos ante nuestro entorno. Las ideas clave de este libro ofrecen una nueva perspectiva sobre la relación entre nuestras mentes y nuestros cuerpos sugiriendo que podemos utilizar este conocimiento para mejorar nuestra salud y bienestar.

Lipton comienza ofreciendo una visión general de la visión tradicional de la genética y la biología, que sostiene que nuestros genes determinan la mayoría de nuestras características. Argumenta que este punto de vista es anticuado y limitado, ya que no tiene en cuenta los numerosos factores ambientales que pueden afectar a la expresión de los genes. A continuación explora la relación entre nuestras creencias y nuestra salud física, presentando pruebas de que nuestros pensamientos y creencias pueden tener un poderoso impacto en nuestros cuerpos, influyendo en todo, desde nuestros sistemas inmunitarios hasta nuestras hormonas.

Por último, Lipton profundiza en la investigación sobre la energía y las ondas cerebrales para examinar cómo nuestra programación inconsciente influye en nuestros comportamientos. Sostiene que pasamos el 95% de nuestras vidas actuando a partir de un programa subconsciente que nos fue inculcado en la primera infancia. Explica que esta programación subconsciente es la base de cómo nuestro cerebro interpreta el mundo que nos rodea, y que las interpretaciones que nuestro cerebro hace del mundo crean señales químicas que dirigen el comportamiento de todas nuestras células. Lipton afirma que si podemos cambiar nuestras creencias y pensamientos, podemos cambiar nuestra salud física y, en última instancia, tener más control sobre nuestras vidas.

Los paradigmas científicos como dogma

Durante gran parte de su carrera, Lipton afirma que se ha encontrado en desacuerdo con la comunidad científica porque sus ideas han desafiado los paradigmas científicos imperantes. En concreto, propuso los principios de la epigenética mucho antes de que fuera un campo de estudio establecido. Con el paso del tiempo, sin embargo, afirma que la investigación ha seguido respaldando muchas de sus ideas. El problema, como él mismo explica, es que la comunidad científica puede ser dogmática a la hora de aferrarse a paradigmas establecidos. 

Darwin contra Lamarck: Preparando el terreno para comprender la genética

Uno de los fundamentos de la cosmovisión científica moderna -especialmente en las ciencias biológicas- es la teoría de la evolución de Darwin. Se trata de un modelo basado en la competición por la supervivencia y el determinismo genético, o la idea de que tus genes tienen un alto grado de control sobre tu destino. Lipton afirma que la teoría de Darwin ha conformado la cosmovisión occidental moderna en detrimento nuestro. Explica que la ciencia de la epigenética, establecida en la década de 1990, ha demostrado que el entorno desempeña un papel mucho más importante en nuestra formación de lo que se pensaba.

El comportamiento celular es un microcosmos del comportamiento humano

Lipton afirma que su investigación sobre las células desde los años 70 ha cambiado su forma de pensar, no sólo sobre la biología, sino sobre la vida. Su investigación le ha enseñado que las células tienen inteligencia y viven en comunidades cooperativas, trabajando juntas en respuesta a las señales que reciben de su entorno. Para él, las células son un microcosmos del mundo humano, del que podemos aprender mucho sobre nosotros mismos, nuestras relaciones y nuestras sociedades.

El cerebro en la membrana

Quizá la teoría más revolucionaria que Lipton propone sobre las células es que el "cerebro" de la célula no está en su núcleo, sino en su membrana, la capa externa que la envuelve. Se trata de un concepto importante que subyace en toda su obra porque explica por qué el entorno de la célula es la fuerza que impulsa su comportamiento. 

La biología celular tradicional dice que el ADN proporciona el "programa" que dirige el comportamiento de una célula, y todas sus células actúan de acuerdo con este programa para determinar casi todo sobre usted. Cada una de sus células contiene una copia de su ADN, que reside en el núcleo de la célula. Así que los biólogos celulares supusieron que el núcleo de una célula debía ser su mecanismo central de control, parecido a su cerebro. 

Sin embargo, Lipton observó que cuando se elimina el núcleo de una célula, ésta no muere inmediatamente, sino que sigue funcionando. Lo único que la célula no puede hacer sin su núcleo es reproducirse. Llegó a la conclusión de que el núcleo de la célula es más parecido a los órganos reproductores del cuerpo. Si fuera como el cerebro, la célula no podría vivir sin él. 

Lipton observó que las células de los organismos más simples, como las bacterias, ni siquiera tienen núcleo y, sin embargo, viven y se comportan de forma muy parecida a las células más complejas (sólo se reproducen de forma diferente). Pero el único rasgo característico de las células de todos los seres vivos es que tienen una membrana. Esta idea le llevó a observar que la membrana de la célula interpreta y responde a las señales de su entorno, de forma muy parecida a como nuestros cerebros interpretan lo que ocurre a nuestro alrededor y deciden cómo responder. Lipton llegó a la conclusión de que, en realidad, la membrana de la célula dirige su comportamiento, basándose en la información del entorno. El entorno de tus células es la química de tu cuerpo. Tus células reaccionan a las señales químicas y energéticas de tu cuerpo, muchas de las cuales son creadas por tus pensamientos, creencias y emociones. Y esto puede afectar a la expresión del material genético dentro del núcleo de la célula.

Tus pensamientos contribuyen al entorno de tus células

La idea de que los pensamientos puedan tener un efecto directo en el mundo material se ha rechazado en gran medida en la cosmovisión científica desde el siglo XVII, cuando el filósofo francés Descartes propuso que la mente y el cuerpo son reinos distintos. La sugerencia de que las creencias pueden afectar al cuerpo se ha tachado de pensamiento mágico, y Lipton cuenta que él mismo se ha enfrentado a este tipo de reacciones. Pero afirma que la ciencia confirma ahora sólidamente la inseparabilidad de mente y cuerpo.

Lipton explica que la dinámica mente-cuerpo funciona así:

  • Tu mente percibe lo que ocurre a tu alrededor.
  • Las neuronas interpretan esa información y responden segregando sustancias químicas. 
  • Esas sustancias químicas circulan por el torrente sanguíneo hacia todo el cuerpo, convirtiéndose en el entorno en el que funcionan todas las células.
  • El funcionamiento de las células en respuesta a esas señales químicas influye en su comportamiento y determina su salud y bienestar general. 

Lipton explica que los neuroquímicos creados en su cerebro están constantemente afectando a su comunidad celular. Una de las formas en que esto puede afectarte negativamente es a través del entorno químico tóxico creado por el estrés crónico.

La energía influye en la materia

Lipton sostiene que no sólo la química corporal influye en las células, sino también la energía electromagnética. Afirma que la visión científica occidental del mundo tiende a ignorar el papel de la energía en la salud porque a menudo no es medible ni cuantificable. Señala que, aunque la investigación ha demostrado que la materia viva influye energéticamente en otra materia viva, los científicos tienden a rechazar esta investigación como no científica porque no pueden explicar de forma concluyente cómo funciona. 

Lipton afirma que la energía afecta a casi todos los aspectos del comportamiento celular. Todos los procesos biológicos del cuerpo se ven afectados de alguna manera por diferentes frecuencias y patrones de energía electromagnética, como laregulación del ADN, la división y diferenciación celular, el crecimiento nervioso y la secreción hormonal. Por eso estimular el cerebro con corriente eléctrica, como en la terapia electroconvulsiva (TEC), puede ser útil para el tratamiento de la salud mental. 

Lipton afirma que todo organismo vivo interpreta su entorno percibiendo las señales energéticas que lo rodean. Este es el caso de las células, las plantas y los animales. Sin embargo, los humanos hemos evolucionado hasta depender tanto de la comunicación verbal que la mayoría hemos perdido el contacto consciente con nuestra capacidad de percibir la energía. Lipton señala, sin embargo, que algunos pueblos indígenas que siguen viviendo sus estilos de vida tradicionales han conservado esta capacidad y demuestran hipersensibilidad a la energía que les rodea. 

Lipton subraya la importancia de comprender que los estados de las ondas cerebrales son energía que funciona a diferentes frecuencias, y que éstas contribuyen a su salud y bienestar. Cuando cambia el estado de las ondas cerebrales, explica Lipton, pueden cambiar las señales de comunicación y ambientales que se producen en todo el cuerpo. En particular, subraya que comprender los estados de las ondas cerebrales es crucial para acceder al subconsciente, donde se originan la mayoría de nuestros problemas. 

Su programa subconsciente es el que manda

Lipton sostiene que la mente, y no el ADN, es la fuente de la programación del comportamiento. Más concretamente, afirma que la fuerza más influyente en tu vida son las creencias arraigadas en tu subconsciente, una programaciónque ya estaba firmemente establecida cuando tenías seis o siete años. 

Lipton explica que nuestros cerebros son especialmente programables antes de los siete años porque a esa edad los niños suelen estar en un estado de ondas cerebrales diferente, más receptivo, que los adultos. Nuestras ondas cerebrales cambian así a lo largo de la vida:

  • Del nacimiento a los dos años: el cerebro de los bebés se encuentra en un estado de ondas delta durante la mayor parte de sus dos primeros años de vida.
  • De los dos a los seis años: Los niños de esta edad presentan períodos crecientes de estados de ondas theta .
  • De siete a doce años: tienden a dominar los estados de ondas alfa.
  • Después de los 12 años: Pasamos la mayor parte de nuestra vida despiertos en estados de ondas beta.

El estado de ondas theta se asocia con el hipnotismo y la meditación profunda. Es cuando la información puede ir directamente a la mente subconsciente. Por eso, como los niños suelen estar en este estado antes de los siete años, absorben todo lo que les rodea y queda almacenado en su subconsciente. Esto significa que vivimos el resto de nuestras vidas basándonos en creencias que nos inculcaron otras personas incluso antes de cumplir los siete años. 

El problema, según Lipton, es que muchas de esas creencias son negativas y limitantes, nos causan estrés y entran en conflicto con lo que queremos hacer conscientemente con nuestras vidas, sobre todo si hemos sufrido traumas en la infancia. La mayoría de los niños absorben en algún momento mensajes de que el mundo es inseguro y amenazador, de que no se les quiere o no se les merece, de que muchas posibilidades no están abiertas para ellos o de que el mundo está lleno de enfermedad, violencia y muerte. 

Lipton aclara que los padres no tienen la culpa de esto: la mayoría de ellos quieren a sus hijos y hacen lo que pueden con la programación que han recibido. Los niños absorben estos mensajes del entorno social en su conjunto, incluso cuando tienen padres cariñosos.

Recuerda que tu mente está constantemente interpretando tu entorno y enviando señales a todas tus células. Según Lipton, es sobre todo el subconsciente el que interpreta. Esto significa que, aunque conscientemente no percibas ninguna amenaza, tu subconsciente puede estar reaccionando a la información que te programaron de niño e interpretar el mundo a través de una lente de miedo e inseguridad. Esto puede afectar drásticamente a su salud al causarle estrés crónico. 

Lipton afirma que, aunque conscientemente creas que eres competente e inteligente, puede que subconscientemente te hayan programado para creer que eres estúpido e incapaz de triunfar. Esto minará tu confianza y tus posibilidades de éxito en la vida sin que ni siquiera seas consciente de ello. Cree que la mayor parte de nuestra enfermedad, sufrimiento e incapacidad para lograr lo que queremos en la vida se debe a que esta programación subconsciente nos controla mucho, incluso más que nuestros genes y nuestra mente consciente. 

Implicaciones para la curación

Puede que te sientas derrotado después de aprender que tus acciones están desencadenadas por una programación inconsciente que se ha incrustado en ti desde la primera infancia. Pero Lipton se muestra optimista sobre nuestra capacidad individual y colectiva para cambiar. Termina el libro diciendo que tenemos la capacidad de reprogramar nuestras mentes y de hacer algo mejor por nuestros propios hijos, y que deberíamos unirnos como comunidad global en nuestros esfuerzos de curación. En esta sección, veremos los consejos que Lipton ofrece basándose en lo que ha aprendido de su trabajo con las células. 

Curación individual: Programación y reprogramación

A nivel individual, Lipton ofrece dos vías principales para la curación: 1) enfoques de crianza que programen la mente de nuestros hijos de forma saludable, y 2) formas de reprogramar nuestra propia mente con técnicas de atención plena y "psicología energética".

Curación colectiva: Esperanza para el futuro

Por último, Lipton se muestra optimista sobre el futuro de la humanidad, basándose en la historia de la vida en el planeta y en lo resistente que puede ser cuando se une en comunidades cooperativas. Dice que podemos aprender mucho de las células sobre cómo avanzar como comunidad humana global.

La vida en la Tierra consistió en organismos unicelulares durante miles de millones de años antes de que empezaran a unirse para formar grupos multicelulares, que acabaron convirtiéndose en las complejas formas de vida superior que tenemos hoy. Lipton sugiere que probablemente fue algún tipo de cambio ambiental el que presionó a esos organismos unicelulares a unirse para aumentar sus posibilidades de supervivencia.

Cooperar de este modo les ayudó a sobrevivir porque, al unirse, aumentaba la superficie colectiva de sus membranas, lo que les daba mayor capacidad para detectar y responder a las amenazas del entorno. Según él, las células nos ofrecen un modelo para entender cómo la unión en una comunidad cooperativa puede darnos la mejor oportunidad de sobrevivir.

Lipton señala que la supervivencia de la humanidad está amenazada por nuestros propios comportamientos destructivos. Hemos alterado radicalmente los entornos en los que evolucionamos, lo que significa que ahora vivimos en un entorno al que no estamos adaptados. Y cuando eso le ocurre a cualquier organismo vivo, sólo tiene dos opciones: morir o cambiar. Lipton sugiere que nos unamos como comunidad global y hagamos los cambios necesarios en nosotros mismos. A nivel celular, todos somos exactamente iguales: humanos. Debemos abandonar los falsos conceptos que nos dividen y, como nuestros antepasados unicelulares, unirnos como uno solo para encontrar una nueva forma de prosperar.

La biología de la creencia por Bruce Lipton: Resumen del libro

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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de La biología de la creencia:

  • Que la mentalidad es más importante que la genética en lo que respecta a la salud
  • Cómo afectan tus pensamientos a tu sistema inmunitario y a tus hormonas
  • Por qué los humanos deben unirse en comunidad para sobrevivir

Muñeca Katie

De algún modo, Katie pudo hacer realidad su sueño infantil de crear una carrera en torno a los libros tras licenciarse en Inglés y especializarse en Escritura Creativa. Su género preferido de libros ha cambiado drásticamente a lo largo de los años, desde fantasía/distópica juvenil hasta novelas conmovedoras y libros de no ficción sobre la experiencia humana. Katie disfruta especialmente leyendo y escribiendo sobre todo lo relacionado con la televisión, bueno y malo.

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