

Este artículo es un extracto de la guía del libro deShortform "Justicia" de Michael Sandel. Shortform tiene los mejores resúmenes y análisis del mundo de los libros que deberías leer.
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¿Qué es la Justicia de Michael Sandel? ¿Cuál es el mensaje clave del libro?
Justicia es la exploración de Michael Sandel de las perspectivas filosóficas sobre la justicia y la moralidad. Para ello, Sandel examina cómo los filósofos de todos los tiempos han abordado los dilemas políticos con implicaciones éticas, ofreciendo sus propias críticas a lo largo del camino.
A continuación encontrará un breve resumen de Justicia: What's the Right Thing to Do? de Michael Sandel.
Parte 1 Bienestar frente a libertad
En Justicia: What's the Right Thing to Do?, Sandel analiza el papel del gobierno esbozando un tema habitual de debate político: ¿Hasta qué punto debe el gobierno restringir las libertades personales para garantizar la seguridad y el bienestar públicos? Ilustra este debate comparando dos ideologías radicalmente distintas:
- El utilitarismo, una filosofía que cree que el gobierno sólo debe preocuparse por maximizar el bienestar público.
- Libertarianismo, una filosofía que cree que el gobierno sólo debe preocuparse por maximizar las libertades personales.
En la Parte 1 de nuestra guía, exploraremos la descripción que hace Sandel de estas dos filosofías y cómo se aplican sus puntos de vista a cuestiones políticas de la vida real.
Maximización del Bienestar: Utilitarismo
Sandel comienza analizando el utilitarismo, una filosofía moral que sostiene que la moralidad de una acción o elección depende del grado de felicidad o dolor que genere. Para los utilitaristas, "felicidad" (que denominan "utilidad") significa placer y satisfacción de los deseos, mientras que la falta de felicidad significa dolor o privación de los deseos. Los utilitaristas sostienen que la felicidad y el dolor son las únicas formas de medir la moralidad:las cosas moralmente buenas hacen feliz a la gente, mientras que las moralmente malas causan dolor a la gente. Por lo tanto, el utilitarismo afirma que la opción más moral en cualquier situación dada es siempre la opción que crea la mayor felicidad para el mayor número posible de personas.
Para mostrar cómo se aplica esto a las cuestiones políticas, Sandel explora dos puntos de vista importantes que se derivan del pensamiento utilitarista: que no hay derechos individuales garantizados y que podemos medir la felicidad.
Opinión nº 1: No se garantizan los derechos individuales
Según los utilitaristas, los individuos no merecen moralmente que se les garanticen derechos básicos, como el derecho a la seguridad, a la libertad o a la propiedad. En cambio, los utilitaristas sólo creen en conceder estos derechos si al hacerlo se maximiza la felicidad colectiva . Por otro lado, si dañar a un individuo o privarle de libertad maximiza la felicidad colectiva, entonces está moralmente justificado.
Por ejemplo, el filósofo inglés y fundador del utilitarismo Jeremy Bentham (1748-1832) sostenía que los gobiernos debían reunir a los sin techo y encarcelarlos en campos de trabajo. Afirmaba que esto era moral porque crearía más utilidad (una mano de obra barata para reducir el coste de los bienes, menos personas sin hogar en las calles, mejora del nivel de vida de los sin techo) que dolor (privar de libertad a los sin techo).
Opinión nº 2: La gente puede medir la felicidad
Para entender cuánta felicidad o dolor crea una acción (una parte crucial para determinar qué es lo más ético), un utilitarista cree que puede medir la felicidad en una escala consistente. Sandel explica dos perspectivas principales sobre cómo hacerlo:
1) Método cuantitativo: Algunos utilitaristas (incluido Bentham) valoran todos los placeres por igual en sus mediciones de la felicidad. Este enfoque sin prejuicios hace que sea más fácil medir el placer y el dolor: simplemente consideran cuántos placeres creará una decisión en lugar de qué placeres son menores o mayores. Por ejemplo, un método cuantitativo valoraría igual el placer de ver la Mona Lisa que el de ver The Real Housewives of New Jersey.
2) Método cualitativo: Otros utilitaristas como John Stuart Mill (1806-1873) defienden una jerarquía de placeres en lugar de valorarlos todos por igual. Sugieren que el consenso general puede crear esta jerarquía: si la gente está de acuerdo en general en que un placer es mejor que otro (centrándose en lo que realmente les gusta, no en lo que creen que debería gustarles), entonces la sociedad valorará más ese placer. Por ejemplo, si la gente acepta en general que le gusta más The Real Housewives of New Jersey que la Mona Lisa o que es "mejor arte", entonces una escala cualitativa valoraría Real Housewives por encima de la Mona Lisa.
Maximizar la libertad: Libertarianismo
A continuación, Sandel contrapone el utilitarismo a una visión muy diferente: el libertarismo, una filosofía política que sostiene que el objetivo del Estado es maximizar la libertad personal. Este objetivo se deriva de la creencia libertaria de que las personas son dueñas de sí mismas. Aunque esto pueda sonar abstracto, los libertarios lo utilizan en la práctica para defender dos tipos de libertad:
- Libertad personal: Las personas tienen la libertad de dirigir e influir en sus propias vidas como mejor les parezca. Esto es esencialmente lo mismo que ser libre de usar tu propiedad como quieras: como eres dueño de ti mismo, puedes "usarte" para vivir como quieras.
- Libertad económica: Las personas son propietarias de su trabajo y de lo que éste genera. Por ejemplo, si eres dueño de un limonero, también eres dueño de los limones que produce. Del mismo modo, como eres dueño de ti mismo, también eres dueño de todo lo que haces y creas.
Sandel describe con más detalle estas dos formas de libertad, así como la forma en que influyen en las cuestiones políticas:
Libertad personal
Sandel explica que para proteger la libertad personal, los libertarios se oponen a dos tipos principales de leyes:
1) Leyes de seguridad: Puesto que todo el mundo es dueño de sí mismo, tiene derecho a asumir riesgos personales si así lo desea. Los libertarios argumentan que las leyes de seguridad limitan esta libertad y, por tanto, no son éticas. Ejemplos de estas leyes incluyen la criminalización de sustancias potencialmente peligrosas como la heroína, así como normas más mundanas como los límites de velocidad.
2) Leyes morales: Puesto que cada uno es dueño de sí mismo, tiene derecho a vivir según su propio código moral. Por lo tanto, los libertarios creen que las leyes que imponen un código moral específico no son éticas. Por ejemplo, los libertarios se oponen a las leyes contra la homosexualidad o el aborto: creen que la gente tiene derecho a tener creencias morales antigay o antiaborto, pero que no es ético limitar la libertad de quienes tienen opiniones diferentes.
Libertad económica
Sandel afirma que para preservar la propiedad personal del trabajo y de todo lo que crea, los libertarios también se oponen a la mayoría de las regulaciones económicas. En particular, se oponen a la redistribución de la riqueza, desde el aumento de los impuestos a los ricos hasta el salario mínimo impuesto por el gobierno. Los libertarios sostienen que la redistribución de la riqueza es esencialmente un robo: el gobierno toma por la fuerza el dinero al que la gente tiene derecho. Algunos incluso sostienen que la redistribución de la riqueza es lo mismo que el trabajo forzado, ya que implica que el gobierno toma por la fuerza el resultado del trabajo de alguien .
El Estado Libertario
Aunque los libertarios creen que el Estado debe maximizar la libertad, reconocen que es función del gobierno impedir que la gente limite la libertad de los demás. Por lo tanto, el Estado libertario ideal necesita algunas leyes y estructuras gubernamentales. En particular, los libertarios sostienen que el Estado debe penalizar las acciones individuales que limitan la libertad de los demás, como el robo o el asesinato. También debe hacer cumplir los contratos y castigar el fraude para garantizar que las personas sean libres de utilizar su propiedad y su trabajo de la forma que deseen.
Parte 2: La razón frente a la virtud
El segundo dilema que plantea Sandel es si el gobierno debe adoptar una visión de la moralidad o evitar imponer un código moral concreto. Para explorar este dilema, vuelve a analizar dos filosofías opuestas:
- Liberalismo: una filosofía que resta importancia a las cuestiones morales en favor de la razón y la lógica.
- La teoría política de Aristóteles: una filosofía que considera las cuestiones morales cruciales para la política
En esta sección, analizaremos la descripción que hace Sandel de estas dos filosofías, así como el modo en que pueden influir en los debates y decisiones políticas de la vida real.
Maximizar la razón: Liberalismo
En primer lugar, Sandel describe el liberalismo y su énfasis en la razón. Esta escuela de filosofía política se desarrolló durante la Ilustración (un periodo de rápidos cambios científicos e ideológicos en la Europa de los siglos XVII y XVIII) y aún hoy influye mucho en muchas de nuestras instituciones políticas.
Sandel explica que el liberalismo intenta separar la política de los antecedentes personales, las identidades y las creencias morales de la gente. En su lugar, los liberales sostienen que la gente debería utilizar la lógica y la razón para debatir sobre política, derecho y justicia. Al igual que los libertarios (una rama de la tradición liberal), los liberales abogan por un Estado "neutral en valores" que evite promover un código moral sobre otro y deje a la gente vivir su vida como mejor le parezca. Con este fin, el liberalismo apoya la libertad de expresión, la separación de la Iglesia y el Estado, y leyes universales que se apliquen por igual a todos, independientemente de su identidad, origen o creencias.
Sandel analiza a dos filósofos que representan las visiones clásica y moderna del liberalismo: el filósofo alemán del siglo XVIII Immanuel Kant y el filósofo estadounidense del siglo XX John Rawls.
Liberalismo clásico: El kantianismo
Las opiniones morales y políticas de Kant hacen hincapié en la razón por encima de todo. Sandel explica que , según Kant, las acciones no son morales a menos que se decidan mediante una deliberación puramente racional. Kant argumenta que si no se toma una decisión completamente por la razón, entonces se está haciendo debido a instintos y preferencias innatas, cosas sobre las que no se tiene control. Por lo tanto, esa elección no se hizo libremente.
Por ejemplo, si trabajas para ganar dinero para comprar alimentos y un lugar donde vivir, Kant argumenta que tu elección de trabajar no es libre y, por tanto, no es una acción moral, ya que no está motivada por tu visión puramente racional de lo que es moralmente mejor, sino más bien por tu instinto de conservación para buscar comida y refugio.
Kant explica que, para tomar libremente una decisión moral, debes obedecer obediente e incondicionalmente una ley moral que tú mismo creas. O, para decirlo más sencillamente, debes hacer lo que es moral sólo porque es lo moral y no por ninguna otra razón.
Kant sostiene que, para ser enteramente racionales, las leyes morales deben cumplir dos normas (denominadas "imperativo categórico"):
1) Las leyes morales deben funcionar universalmente. Para comprobar si una ley moral deriva enteramente de la razón, considere cómo funcionaría si todo el mundo la siguiera. Si no funciona universalmente, entonces se basa, al menos en parte, en preferencias personales y no enteramente en la razón. Por ejemplo, Juan está furioso con su molesto vecino y piensa: "Debería hacer daño a la gente que me falta al respeto". Sin embargo, si todo el mundo siguiera obedientemente esa ley, se producirían ciclos de violencia masivos y perpetuos. Por tanto, la ley de Juan se basa en preferencias y no es moral.
2) Las leyes morales no pueden utilizar a los seres racionales como medio para alcanzar un fin. Como ya se ha explicado, una ley moral que se sigue por sí misma tiene un valor inherente: se sigue porque es lo moralmente correcto, no porque se consiga algo más. Kant sostiene que la vida humana es igual: Los seres humanos racionales viven la vida por su propio bien y no por otro objetivo externo. Y puesto que vivimos sólo para estar vivos, vivir debe tener un valor inherente. Por tanto, Kant cree que las leyes morales deben respetar el valor inherente de la vida humana. Esto significa reconocer que la vida humana es un fin en sí misma y no utilizar a los demás (o a nosotros mismos) como medio para alcanzar un fin.
Por ejemplo, Juan quiere pegar a su molesto vecino. Sin embargo, si lo hiciera, estaría utilizando a su vecino como medio para sacar su ira y sentirse mejor consigo mismo. Por tanto, según el imperativo categórico, que Juan pegue a su vecino es inmoral.
Liberalismo moderno: El Rawlsianismo
Para un ejemplo más contemporáneo de liberalismo, Sandel analiza al filósofo estadounidense del siglo XX John Rawls. Aunque Rawls tiene el mismo objetivo que Kant -definir la justicia enteramente a través de la razón-, lo enfoca de un modo diferente. En lugar de apelar a leyes morales universales, Rawls se centra por completo en cómo organizaría la sociedad un grupo de individuos igualmente competentes y totalmente racionales. Esta organización determinaría la distribución de beneficios (riqueza, poder político, derechos) y obligaciones (leyes, expectativas). Esencialmente, Rawls intenta definir la justicia de un modo con el que, según él, cualquier persona racional e interesada podría estar de acuerdo.
Para ello, Rawls crea un experimento mental que llama "la posición original". En la posición original, todos se reúnen como iguales racionales e interesados para debatir la definición de justicia hasta encontrar una con la que todos estén de acuerdo. En este caso hipotético, la gente no conoce las circunstancias específicas de sus vidas, como la riqueza, la religión, la raza, la sexualidad, etc. Esto significa que la gente discutirá por términos que no se ajustan a la realidad. Esto significa que la gente defenderá términos que se apliquen equitativamente a todos, independientemente de sus circunstancias. Por ejemplo, en la posición original, Tom no sabe lo rico que es. Por lo tanto, no defenderá términos que beneficien a los ricos a expensas de los pobres, ya que, por lo que él sabe, es pobre (o podría llegar a serlo).
Rawls sugiere que la posición original da lugar a dos términos (o algo parecido a ellos):
- Todo el mundo tiene garantizados unos derechos individuales básicos.
- Las desigualdades de poder y dinero pueden existir, pero sólo cuando benefician a los menos afortunados (y sobre todo a los menos afortunados).
El primer término garantiza que nadie sea oprimido o privado de sus libertades en beneficio de los demás. El segundo término garantiza que las personas puedan progresar social o económicamente, pero no a costa de que otras personas sufran. Al igual que Kant, las normas de Rawls son universales: cree que pueden resolver con justicia cualquier cuestión política.
Maximizar la virtud: La teoría política de Aristóteles
Sandel contrasta el liberalismo con la teoría política de Aristóteles, el filósofo ateniense del siglo IV a.C.. A diferencia de los filósofos liberales, Aristóteles cree que no podemos ni debemos separar la política de las cuestiones de moralidad y de las circunstancias de la vida personal. Para demostrar por qué es así, Sandel se centra en dos temas principales del punto de vista de Aristóteles:
Tema nº 1: Teleología y Justicia
Aristóteles tiene una visión "teleológica" del mundo, es decir, cree que todo tiene un objetivo final o propósito (un telos en griego antiguo). Sandel explica que Aristóteles utiliza este punto de vista para explicar la política en su conjunto, así como la relación entre la política y los individuos:
1) El telos de la política, según Aristóteles, es crear leyes y una sociedad que ayuden a las personas a vivir vidas satisfactorias y virtuosas. Mientras que el liberalismo pretende dar a las personas la oportunidad y la libertad de vivir bien y ser morales si así lo desean, Aristóteles cree que no debería haber elección.
2) Pero la definición de "vivir bien" varía en función de la persona, explica Aristóteles: los distintostipos de personas tienen su propio y diferente telos (propósitos en la vida) y necesitan cosas distintas para alcanzarlos.
Por ejemplo, imaginemos a alguien que no tiene dirección y no puede funcionar en sociedad por sí mismo. Para Aristóteles, esta persona tendría el telos de la obediencia: para prosperar y vivir lo mejor posible, necesitaría dirección, supervisión y ayuda de un superior. Aristóteles dice que, en este caso, esclavizar a esta persona es moral: ayuda tanto a la persona esclavizada como al esclavizador. Sin embargo, si la persona esclavizada rechaza su condición o intenta escapar, entonces Aristóteles dice que debe ser liberada, ya que su rechazo demuestra que no tiene el telos de ser esclavizada.
Tema nº 2: Líderes con mérito
La segunda parte crucial de la teoría política de Aristóteles que analiza Sandel tiene que ver con el mérito y el "desierto" (término filosófico que significa "ser merecedor de algo"). Estas son las principales directrices que utiliza Aristóteles para distribuir bienes sociales como los derechos, la riqueza y el poder político. Aristóteles razona que la sociedad debe dar los bienes a las personas que mejor pueden utilizarlos,por ejemplo, las mejores herramientas al mejor carpintero o la mayor cantidad de tierra a los mejores agricultores. Dado que Aristóteles considera la política como la aplicación de la virtud, concluye que las personas más virtuosas deben ostentar el poder. Esto enlaza con el telos de la política: Puesto que el objetivo de la política es hacer que la gente viva virtuosamente, se deduce que una persona virtuosa es la más adecuada para esta tarea.
Para Aristóteles, todo esto tiene lugar en el contexto de una comunidad en su conjunto: el mejor agricultor no obtendría la mayor cantidad de tierra sólo para poder aumentar su riqueza personal. Por el contrario, dicho agricultor utilizaría su habilidad para cultivar alimentos para todos los miembros de la comunidad.
Parte 3: Cómo avanzar
Sandel cierra el libro con su propia concepción de la justicia y cómo cree que puede crear un mundo más moral. Aboga por una versión del comunitarismo (una filosofía que defiende que el objetivo del Estado es crear y preservar una comunidad de ciudadanos) que promueva el compromiso público, el parentesco entre los ciudadanos y la sensación de que forman parte de un proyecto mayor. En esta sección analizaremos las ventajas del planteamiento de Sandel, así como algunos ejemplos prácticos que sugiere para aplicarlo.
Beneficios del comunitarismo
Sandel argumenta que su versión del comunitarismo combina las mejores partes de las filosofías que analiza, al tiempo que evita las partes moralmente preocupantes:
Utilitarismo: El punto de vista de Sandel comparte la preocupación utilitarista por el bien público general al centrarse en servir a la comunidad en su conjunto. Sin embargo, a diferencia del utilitarismo, la filosofía de Sandel considera a los individuos como miembros intrínsecamente valiosos de la comunidad, independientemente de los placeres o los dolores.
Libertarianismo: Al igual que los libertarios, Sandel aprecia los beneficios del libre mercado como herramienta para organizar y crear riqueza. También cree que el Estado debería, hasta cierto punto, respetar las libertades personales. Sin embargo, Sandel no defiende la desregulación total de estas áreas, sino que el Estado debería gestionar y regular la conducta personal y el mercado para asegurarse de que sirven a la comunidad en su conjunto.
Liberalismo: Al igual que los filósofos liberales, Sandel defiende un nivel básico de decencia, respeto y derechos personales para todos los seres humanos. Sin embargo, no está de acuerdo con la opinión liberal de que esas obligaciones morales básicas se derivan únicamente de la razón. Sostiene que las personas también que las personas también tienen obligaciones morales para con sus seres queridos y sus comunidades. Sandel tampoco está de acuerdo con el punto de vista liberal de que los gobiernos deben evitar las cuestiones de moralidad; afirma que las personas deben debatir estas cuestiones para determinar los objetivos y las diferencias de su comunidad.
La teoría política de Aristóteles: Sandel está de acuerdo en que el Estado debe ayudar a las personas a vivir vidas satisfactorias y virtuosas. Sin embargo, a diferencia de Aristóteles, está en contra de obligar a la gente a desempeñar ciertos papeles y de distribuir los bienes sociales en función del mérito y del "desierto" moral. En su lugar, Sandel cree que el Estado debe inculcar valores de parentesco, solidaridad y participación cívica para que todos puedan debatir libremente sobre la mejor y más moral forma de vivir y distribuir los bienes sociales.
Ejemplos prácticos: Proyectos comunitarios
Para mostrar cómo funciona el comunitarismo en la práctica, Sandel ofrece ejemplos de cómo los gobiernos pueden crear y preservar una comunidad de ciudadanos:
1) Regular los mercados: Aunque Sandel no cree en la abolición del capitalismo de libre mercado, sí sugiere que los gobiernos regulen a fondo los mercados. En un mercado no regulado, la gente juzga las cosas en términos de valor monetario o rentabilidad en lugar de valor moral o valor para la comunidad. Sandel sostiene que la regulación, por otra parte, puede impedir que el capitalismo de libre mercado sustituya los valores y tradiciones de la comunidad por lo que sea más rentable. Esto combina los ideales de libre mercado del libertarismo con la preocupación de Aristóteles por preservar y fomentar la moralidad de los ciudadanos.
2) Abordar la desigualdad: Sandel advierte de que la creciente desigualdad perjudica a las comunidades. El aumento de la desigualdad significa que las personas de diferentes clases y orígenes interactúan menos: los ricos tienen suficiente dinero para aislarse de todos los demás. Cuando los ricos se segregan, sus impuestos no contribuyen a los servicios públicos de los lugares más pobres. Estos servicios públicos (como escuelas, parques y centros comunitarios) son cruciales no sólo para mejorar la vida de los pobres, sino también para ayudar a que diferentes tipos de personas se mezclen y refuercen su sentido de comunidad. Esto se hace eco del liberalismo de Rawls, en concreto de la idea de que la desigualdad económica es justa siempre y cuando sirva a la comunidad en su conjunto (en este caso, a través de los impuestos que financian los servicios públicos).
3) Fomentar la participación pública: Sandel también sugiere que los gobiernos fomenten (mediante incentivos monetarios) o exijan actos de participación pública como el voluntariado, el servicio comunitario o la participación política. Por participación pública se entiende cualquier cosa, desde proyectos de obras públicas creados por el gobierno hasta campañas que animen a la gente a organizarse políticamente. Estos esfuerzos no sólo harán que la gente interactúe con otros miembros de su comunidad, sino que también animarán a la gente a ayudarse mutuamente y a unirse al gran proyecto de ser ciudadano. Esta idea coincide con el pensamiento utilitarista al animar (o exigir) a los ciudadanos que trabajen para maximizar el bienestar del mayor número posible de personas a través de proyectos públicos.

---Fin de la vista previa.
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Esto es lo que encontrará en nuestro resumen completo de Justicia :
- Una mirada filosófica al objetivo de nuestra sociedad y sus leyes
- Cómo son un gobierno y una sociedad morales y justos
- Las sugerencias de Sandel para crear un mundo más moral