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¿Qué es la atención y cómo se ha convertido en un recurso?

Una persona leyendo con la tele encendida delante y el móvil al lado

¿Y si lo que da forma a tu realidad se ha convertido en la mercancía más valiosa de la economía moderna? La atención no es solo algo que perdemos ocasionalmente en nuestros teléfonos o redes sociales: es la sustancia fundamental de nuestra experiencia consciente, y está siendo sistemáticamente extraída y monetizada por poderosas plataformas digitales.

Si comprendemos cómo funcionan los sistemas de atención voluntarios e involuntarios, podremos entender mejor por qué mantener la atención se ha vuelto cada vez más difícil en nuestro mundo hiperconectado.

Qué es (y qué no es) la atención

Cada momento del día, estás prestando atención a algo. Ya sea leyendo un libro, escuchando música, manteniendo una conversación o simplemente soñando despierto, su mente está constantemente dirigiendo su atención hacia una información específica mientras filtra todo lo demás. Hayes sostiene que la atención no es sólo algo que hacemos: Es la sustancia fundamental de nuestra experiencia consciente. Sin atención, no habría conciencia, ni pensamiento, ni percepción del mundo que nos rodea.

La psicología de la atención

¿Qué significa la atención en términos psicológicos? Los psicólogos llevan mucho tiempo describiendo la atención como algo que se hace deliberadamente. En otras palabras, la atención es la decisión de concentrarse en una única tarea o experiencia en un momento dado. Sin embargo, en Attention Span, Gloria Mark explica que, en la práctica, la atención es mucho más complicada. Aunque puedes dirigir parte de tu atención por decisión propia, gran parte de ella escapa a tu control consciente.

Esta capacidad mental funciona a través de dos mecanismos: voluntario e involuntario. (Nota breve: Mark llama a esto atención "ejecutiva" y "automática"). La atención voluntaria es la concentración consciente e intencionada de nuestra mente en una tarea u objeto concretos. Cuando te concentras deliberadamente en la lectura ignorando el ruido de fondo, estás ejercitando la atención voluntaria. Este tipo de atención requiere esfuerzo y control cognitivo, ya que hay que suprimir activamente las distracciones y mantener la concentración en el objetivo elegido.

En cambio, la atención involuntaria funciona automáticamente y no se puede controlar conscientemente. Cuando se produce un estruendo cerca de ti, tu atención se desplaza inmediatamente hacia el sonido, independientemente de tus intenciones. Hayes explica que esta respuesta involuntaria evolucionó como mecanismo de supervivencia: Nuestros antepasados necesitaban detectar rápidamente posibles amenazas u oportunidades en su entorno. Los destellos luminosos, los movimientos bruscos, los sonidos inesperados y los peligros percibidos desencadenan cambios involuntarios de la atención que eluden por completo nuestra voluntad consciente.

(Nota breve: la distinción que hace Hayes entre atención voluntaria e involuntaria coincide con las investigaciones sobre lo que los científicos denominan atención "endógena" (dirigida internamente) y "exógena" (desencadenada externamente). Los estudios demuestran que cuando se activa la atención exógena -quizá por una notificación repentina- la interrupción interfiere en nuestra capacidad de mantener la atención endógena. La interferencia se produce porque ambos sistemas dependen de vías neuronales compartidas en el cerebro. En otras palabras, tenemos problemas para mantener la atención voluntaria mientras estamos expuestos a desencadenantes involuntarios de la atención porque hacen demandas que compiten por los mismos recursos cognitivos).

La interacción entre estos dos sistemas permite a los seres humanos equilibrar la concentración en una tarea específica con la percepción de cambios importantes en el entorno. Esta movilidad de la atención -nuestracapacidad para cambiar rápidamente de un estímulo a otro y de un proceso mental a otro- fue crucial para la supervivencia de nuestros antepasados y sigue siendo esencial para desenvolvernos en los complejos entornos modernos. Nos permite concentrarnos en información relevante sin perder de vista lo que nos rodea, como leer un artículo en el teléfono mientras caminamos por la calle. Sin embargo, esta misma movilidad nos hace vulnerables a la explotación por fuerzas diseñadas para captar nuestra atención y convertirla en un recurso extraíble.

(Nota breve: consciente o inconscientemente, el cambio de atención nos carga de decisiones. En La mente organizadaDaniel J. Levitin argumenta que cuando uno es bombardeado por la información, como nos ocurre a todos en el mundo digital, tiene que decidir constantemente a qué prestar atención, lo que puede resultar agotador aunque la mayoría de las decisiones sean triviales, como leer un correo electrónico ahora o más tarde. Levitin explica que el cerebro sólo puede tomar un número limitado de decisiones al día, no distingue su importancia y gasta la misma cantidad de energía en cada una. Esto conduce a la fatiga de decisión, que quizá no merme tu atención pero dificulta tu capacidad de controlarla).

Los cuatro modos de atención

Los expertos en productividad hablan de la concentración como una condición de "todo o nada": o estás prestando atención ininterrumpida o no lo estás. Sin embargo, Gloria Mark insiste en que se trata de una simplificación excesiva. Sus investigaciones demuestran que experimentamos cuatro modos distintos de atención: concentración, atención mecánica, apatía e irritación. El estado en el que nos encontramos viene determinado por lo difícil y absorbente que sea lo que estamos haciendo.

1. Concentración: Mark dice que somos más capaces de centrar nuestra atención cuando lo que estamos haciendo es difícil y absorbente, como editar una novela, diseñar un plan de negocios, codificar un nuevo software o destilar montones de datos en una presentación.

2.Atención mecánica: Mark describe la atención mecánica como el estado mental que se produce cuando lo que estamos haciendo es absorbente pero fácil, como cuando hacemos un trabajo rutinario como introducir datos, cotejar archivos o comprobar el inventario. Este estado de atención también se produce al realizar actividades "sin sentido", como consultar las redes sociales o volver a ver tus películas favoritas.

3. Apatía: Se produce cuando lo que estás haciendo no es ni difícil ni absorbente, como sentarse durante una presentación interminable. También incluye los "tiempos muertos" en los que no hay ningún trabajo urgente que hacer.

4. Irritación: La cuarta categoría de atención de Mark se produce cuando lo que estás haciendo es difícil pero no absorbente, como intentar solucionar un atasco de papel en la fotocopiadora.

La atención se ha convertido en un recurso extraíble

Hayes establece un paralelismo directo entre la atención y otros recursos que se han mercantilizado a lo largo de la historia. Al igual que el capitalismo industrial transformó el trabajo humano en una mercancía que podía comprarse, venderse y explotarse, la era digital ha transformado la atención humana en un recurso extraíble. Explica que la atención, al igual que el trabajo, representa algo íntimo y esencial de la experiencia humana que puede separarse de la persona y convertirse en valor económico.

(Nota breve: Marx señaló que el capitalismo aliena a los trabajadores de su trabajo, mientras que Hayes muestra cómo las plataformas digitales nos alienan de nuestra atención. Apple TV de Apple TV literaliza el siguiente paso: Los trabajadores se someten a un procedimiento que separa su trabajo de su identidad personal, alienándolos de su propia conciencia. Cada una de estas etapas representa una invasión psicológica más profunda: Mientras que los trabajadores de las fábricas podrían pensar sus propios pensamientos en el trabajo, y los participantes en la economía de la atención se dan cuenta de que están distraídos, los trabajadores de Severance renuncian a su conciencia tan completamente que existen como personas diferentes en el trabajo, lo que sugiere que el punto final de la mercantilización de los recursos mentales es la fractura de la identidad humana en fragmentos económicamente útiles).

El proceso de extracción de la atención funciona dirigiéndose a nuestros mecanismos involuntarios de concentración. Las plataformas tecnológicas y las empresas de medios de comunicación han aprendido a activar las respuestas automáticas que evolucionaron para detectar amenazas y oportunidades, y a hacer que estas respuestas sirvan a fines comerciales en lugar de a la supervivencia. Una notificación push crea la misma urgencia neurológica que el gruñido de un depredador. Un scroll infinito de contenidos imita las recompensas impredecibles que mantenían a nuestros antepasados en busca de comida. Los colores brillantes, los cambios rápidos de escena y los contenidos conflictivos explotan los sistemas de atención involuntaria que en su día ayudaron a los humanos a sobrevivir en entornos peligrosos.

How Social Media Exploits Your Brain's Survival Mechanisms

La investigación confirma el argumento de Hayes de que las empresas de redes sociales explotan deliberadamente los sistemas neurológicos que evolucionaron para mantenerte vivo, dirigiéndose a las mismas vías de recompensa del cerebro que responden a la comida, el sexo y la conexión social. Cuando recibes una notificación, tu cerebro libera un chute de dopamina -lasustancia química que te hace sentir bien- tanto por la recompensa real (como un mensaje) como por la anticipación de recompensas potenciales (ver la notificación). Las aplicaciones de redes sociales retienen intencionadamente las notificaciones y las lanzan por tandas para crear expectación. También se aprovechan de cómo tu cerebro se centra de forma natural en la información negativa o amenazante, razón por la que el contenido enfadado o aterrador se difunde más rápido en Internet.

Estas plataformas también hacen sonar constantemente la parte de tu cerebro que se supone que debe alertarte de peligros reales, excepto que ahora responde a actualizaciones triviales que sólo parecen urgentes. Los estudios demuestran que esto puede cambiar la estructura del cerebro, reduciendo las áreas responsables de la toma de decisiones y el autocontrol, y alterando la formación de recuerdos. Con el tiempo, necesitas mirar el móvil más a menudo para obtener el mismo subidón de dopamina, y te sientes ansioso o irritado cuando intentas reducirlo. Estos sistemas entrenan al cerebro para que responda a estímulos artificiales en lugar de a la vida real, minando la capacidad de elegir conscientemente cómo dedicar la atención.

Hayes explica que la extracción de nuestra atención involuntaria ocurre a nivel neurológico antes de que nuestra mente consciente pueda intervenir. Un anuncio intermitente o una noticia de última hora captan nuestra atención y, para cuando nos damos cuenta de que nos han distraído, nuestra atención ya se ha desviado de las actividades que habíamos elegido hacia contenidos que generan beneficios. Esto difiere fundamentalmente del consumo tradicional de medios de comunicación. Cuando compramos un periódico o vamos al cine, decidimos prestar atención a cambio de información o entretenimiento. Hayes sostiene que la extracción moderna de la atención funciona por compulsión y no por elección, utilizando la manipulación psicológica para captar tu atención en contra de tu voluntad.

(Nota breve: las investigaciones sugieren que lo que Hayes califica de "captura" involuntaria de nuestra atención puede implicar a veces elecciones deliberadas para buscar la satisfacción emocional que falta en otro lugar. Cuando las necesidades de amor, pertenencia y conexión de las personas no se satisfacen en sus relaciones reales, recurren a las redes sociales y les dan prioridad sobre la interacción cara a cara. Mientras que momentos concretos de distracción -como responder a una notificación de TikTok o Facebook- pueden producirse de forma automática, el patrón más general de uso intensivo de las redes sociales puede representar una estrategia deliberada por parte de muchas personas para llenar vacíos emocionales reales, aunque al final resulte ineficaz para proporcionar un apoyo emocional genuino).

La aparición de la economía de la atención

Un hombre de pie delante de un montón de pantallas diferentes

La transformación de la atención en un recurso extraíble ha creado lo que Hayes denomina la "economía de la atención", en la que la concentración humana es la mercancía más importante. A medida que las tecnologías digitales hicieron que la información fuera infinitamente abundante y accesible al instante, la información perdió su lugar como el recurso más escaso y valioso. A diferencia de la información, que puede copiarse infinitamente, la atención no puede fabricarse ni duplicarse. Cada persona tiene un suministro limitado, y cuando una entidad capta esa atención, deja de estar disponible para los demás. Las empresas tecnológicas compiten por estas horas limitadas porque controlar la atención les da el control del bien más valioso en un mundo rico en información.

(Nota breve: El concepto de que la abundancia de información crea escasez de atención no es nuevo: en Cómo no hacer nadaJenny Odell explica que las plataformas de las redes sociales crean deliberadamente estados psicológicos que nos mantienen enganchados y nos hacen sentir ansiedad por perdernos algo, envidia de la vida de los demás y distracción constante. Su solución es cultivar la "atención profunda", es decir, resistirse a los contenidos manipuladores fortaleciendo los músculos de la atención. Esto sugiere que la escasez de atención puede deberse menos a los límites de nuestra capacidad cognitiva y más a cómo los sistemas fragmentan nuestra atención. El planteamiento de Odell también pone de relieve una tensión clave en el argumento de Hayes: Si la atención puede fortalecerse con la práctica, entonces puede que no sea tan no renovable como afirma Hayes).

Las empresas utilizan un sencillo modelo de negocio para lucrarse captando y reteniendo la atención humana: Las plataformas ofrecen contenidos o servicios gratuitos para atraer a los usuarios y luego venden el acceso a la atención de esos usuarios a los anunciantes. Cuanto más atractiva sea la plataforma, más tiempo permanecerán los usuarios y más valiosa será su atención. Esto crea incentivos para que las plataformas maximicen el tiempo que pasas con ellas. Las plataformas de redes sociales han perfeccionado este modelo con algoritmos que analizan miles de millones de datos sobre el comportamiento del usuario -qué hace clic, cuánto tiempo se queda, cuándo se desplaza- para identificar y ofrecer contenidos diseñados específicamente para explotar sus desencadenantes particulares, ya sean la ira política, la comparación social, el miedo o la curiosidad.

La precisión matemática detrás de la captura de la atención

Aunque desplazarse por una aplicación de noticias o pasar tiempo en TikTok puede parecer inofensivo, estas interacciones casuales crean perfiles psicológicos sorprendentemente detallados a través del análisis matemático. Los algoritmos diseñados para hacer esto son simplemente conjuntos de instrucciones informáticas diseñadas para resolver problemas, en este caso, averiguar exactamente qué contenido le mantendrá pegado a su pantalla.

Incluso si evita deliberadamente compartir información personal en línea, no puede escapar a esta recopilación de datos. Los investigadores han descubierto que se pueden crear perfiles detallados a partir de la configuración de tu navegador, los datos de localización de tu smartphone, las conexiones Wi-Fi, las compras en línea e incluso las aplicaciones que has instalado. Los programas informáticos analizan estos datos aparentemente inconexos para detectar patrones y relaciones que, en última instancia, predicen su comportamiento y permiten a las empresas influir en sus decisiones. Las plataformas utilizan técnicas matemáticas como la agrupación de k-means para agruparte con usuarios que tienen comportamientos y preferencias similares, analizando patrones entre millones de personas para saber más sobre ti.

La escala de esta recopilación de datos es asombrosa: Un estudio de Consumer Reports descubrió que una media de 2.230 empresas diferentes compartían datos con Facebook sobre cada uno de los usuarios de la red social, y que la información de algunas personas procedía de más de 7.000 empresas. La personalización resultante puede ser desconcertantemente precisa. Estos sistemas rastrean no sólo lo que haces clic, sino cuánto tiempo te detienes en el contenido, por dónde te desplazas en una página y qué vídeos ves hasta el final. Los algoritmos priorizan tu permanencia en la plataforma por encima de tu bienestar, orientándote potencialmente hacia contenidos cada vez más extremos o emocionalmente cargados que provocan reacciones fuertes y sesiones de visualización más largas.

Hayes sostiene que la aparición de la economía de la atención tiene implicaciones que van más allá de la distracción individual. Cuando las instituciones más poderosas de la sociedad -empresas tecnológicas valoradas en billones de dólares- tienen modelos de negocio que dependen de la fragmentación de la atención humana, los recursos cognitivos necesarios para la democracia, la educación, las relaciones y el pensamiento a largo plazo sufren un ataque sistemático. Sostiene que la economía de la atención no sólo compite con otras actividades económicas, sino que socava los fundamentos mentales que hacen posibles otras formas de florecimiento humano.

(Nota breve: Los críticos sostienen que Hayes subestima nuestra capacidad de acción en la economía de la atención. Geoff Shullenberger sostiene que las preocupaciones de Hayes reflejan "la crisis del sujeto burgués", el problema secular de cómo mantenemos la autonomía en la sociedad moderna. Afirma que la verdad puede no ser que las plataformas capten nuestra atención contra nuestra voluntad, sino que queremos lo que nos ofrecen. Daniel Immerwahr señala que nos concentramos mucho cuando vemos programas de televisión, dominamos los videojuegos o creamos contenido en TikTok. Mientras tanto, las quejas sobre la captación de la atención proceden a menudo de periodistas, artistas, escritores y profesores, lo que sugiere que pueden estar ansiosos por perder autoridad cultural y enfrentarse a la competencia económica por la atención).

Más información sobre la capacidad de atención

Para comprender mejor los periodos de atención y su contexto más amplio, consulte las guías de Shortform sobre los libros a los que hemos hecho referencia en este artículo:

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