¿Está atascado porque actuar para alcanzar sus objetivos le resulta abrumador o le da miedo? La filosofía japonesa del kaizen -mejora continua a través de pasos pequeños y manejables- ofrece una poderosa solución para superar el miedo y la resistencia psicológica que le mantienen paralizado.
En Ikigai & Kaizen, Anthony Raymond explica cómo los objetivos grandes y ambiciosos desencadenan la respuesta de amenaza del cerebro, creando ansiedad y comportamientos de evitación que impiden el progreso. Raymond demuestra cómo la práctica del kaizen sortea estos obstáculos descomponiendo los objetivos intimidatorios en pequeñas acciones no amenazadoras que cobran impulso con el tiempo. One Small Step Can Change Your Life, de Robert Maurer, amplía este concepto con seis estrategias prácticas de aplicación, mientras que The Toyota Way, de Jeffrey Liker, muestra cómo estos principios revolucionaron la industria manufacturera a través de mejoras incrementales que se convierten en ganancias masivas.
Índice
¿Por qué aplicar Kaizen?
En Ikigai & Kaizen, Anthony Raymond sugiere que muchas personas se enfrentan a un obstáculo que les impide avanzar: Temen pasar a la acción. Exploraremos este obstáculo y aclararemos por qué la solución de Raymond es clave para superarlo: practicar el kaizen.
El miedo a pasar a la acción
Raymond sugiere que el miedo a pasar a la acción suele deberse a la persecución de objetivos demasiado grandes o desafiantes. Esos objetivos crean incertidumbre sobre por dónde empezar y cómo proceder, y exigen invertir mucho tiempo y esfuerzo, lo que a menudo significa cambiar la rutina. Como el cerebro cree que las rutinas familiares le mantienen a salvo física y mentalmente, percibe la incertidumbre y el cambio como amenazas de las que debe protegerle. Para ello, induce una resistencia psicológica en forma de miedo, ansiedad o agobio, es decir, sentimientos incómodos diseñados para convencerle de que vuelva a su rutina familiar y segura en lugar de actuar para alcanzar su objetivo.
Además, los objetivos grandes exacerban la resistencia psicológica al aumentar el riesgo de fracaso. Raymond explica que cuanto más grande y complejo es un objetivo, más pasos requiere, más habilidades hay que dominar y más obstáculos es probable encontrar en el camino. Cada paso, habilidad y obstáculo adicional representa otra oportunidad de que algo salga mal, lo que aumenta la probabilidad de fracasar en algún punto del proceso. Dado que el fracaso suele desencadenar emociones dolorosas como la vergüenza y la decepción, el cerebro interpreta este mayor riesgo de fracaso como una amenaza potencial para la seguridad psicológica, lo que provoca aún más miedo e incomodidad para evitar que se pase a la acción.
Cómo practicar el Kaizen
Raymond sugiere que poner en práctica el kaizen puede disipar los miedos a los que te aferras, facilitando el avance hacia tus objetivos. Kaizen es un concepto que se traduce aproximadamente como "mejora continua". Consiste en dar pasos pequeños, coherentes y alcanzables, pequeñas acciones que no desencadenarán la respuesta de amenaza del cerebro ni la resistencia psicológica y los miedos relacionados con los objetivos que se derivan de ella. Raymond explica cuatro formas en las que el kaizen sortea los obstáculos creados por el subconsciente:
1. Consigue que descompongas los grandes objetivos en acciones muy pequeñas y sin esfuerzo. Como estas acciones requieren un tiempo y un esfuerzo mínimos, no alteran tu rutina ni te sacan de tu zona de confort.
2. Elimina la incertidumbre proporcionando dirección. Restringir tu atención al paso siguiente más pequeño posible te ayuda a tener claro qué es exactamente lo que tienes que hacer para avanzar hacia tu objetivo.
3. Elimina el riesgo de fracaso. Como estas acciones no requieren esfuerzo y son realizables, las abordas con confianza, sabiendo que puedes llevarlas a cabo con éxito.
4. Crea impulso con victorias constantes. Con cada pequeña acción que realizas, experimentas una sensación de logro que aumenta tu confianza y, al mismo tiempo, amplía tu zona de confort, facilitando progresivamente la siguiente acción y el avance hacia tu objetivo.
3 pasos para implantar Kaizen
Raymond sugiere que puede implantar el kaizen y progresar continuamente hacia sus objetivos siguiendo un proceso de tres pasos:
1. Identifique el paso más pequeño que pueda dar para progresar. Haz que esta acción sea tan sencilla que parezca casi trivial. Por ejemplo, si tu objetivo es vender uno de tus proyectos de tapicería, tu primera acción podría ser dedicar cinco minutos a investigar en ferias de artesanía locales o hacer una sola foto de tu trabajo terminado.
2. Comprométete a realizar al menos una pequeña acción cada día para coger impulso. La constancia es más importante que la intensidad: si realizas pequeñas acciones de forma habitual, acumularás pequeñas victorias que te permitirán progresar notablemente con el tiempo.
3. Aumente el alcance de sus acciones a medida que se sienta más cómodo. Intenta realizar tareas más complejas o que requieran más tiempo para mantener el impulso. Por ejemplo, después de fotografiar tu trabajo, puedes crear una sencilla publicación en las redes sociales para mostrarlo y, más tarde, ponerte en contacto con un posible local.
6 Estrategias Kaizen
En su libro Un pequeño paso puede cambiar tu vidaRobert Maurer explica por qué las pequeñas acciones son la clave del cambio y, a continuación, analiza cómo aplicarlas a sus objetivos. Organiza sus consejos sobre cómo implantar el Kaizen en seis estrategias: cuestionarse qué hacer a continuación, visualizar el éxito, actuar de forma gradual, resolver problemas menores, recompensar los esfuerzos y fijarse en los detalles sutiles. Veamos qué implica cada una de estas estrategias de aplicación del Kaizen.
Estrategia nº 1: Cuestionarse qué hacer a continuación
Hágase regularmente preguntas no amenazadoras que conduzcan a soluciones. Según Maurer, las preguntas catalizan el cambio al activar las regiones de resolución de problemas del cerebro. Cuando se plantea una pregunta, el cerebro la interpreta como una señal para buscar respuestas, lo que desvía la atención de las razones para no cambiar hacia posibles formas de hacerlo. (Nota breve: el proceso de resolución de problemas que describe Maurer coincide con lo que se conoce como elaboración instintiva. En pocas palabras, hacer una pregunta crea una laguna en tu comprensión. En respuesta, tu cerebro se siente obligado a llenar este vacío con una respuesta e inicia un proceso para encontrar soluciones).
Para aplicar esta estrategia, Maurer recomienda integrar las preguntas en la rutina diaria. Después de formular una pregunta, comprométete a hacértela todos los días, quizá como parte de tu rutina matutina.
Maurer identifica varios ámbitos en los que las preguntas no amenazadoras pueden ser especialmente eficaces en la vida cotidiana, entre ellos:
- Superar la autocrítica: Desafía la autocrítica negativa haciéndote preguntas que reconozcan tus logros. Por ejemplo, si dudas de tu valía en el trabajo, cambia de perspectiva y pregúntate: "¿Qué he hecho hoy?
- Despertar la creatividad: Estimula tu imaginación centrándote en pequeños aspectos concretos de tus proyectos creativos. Por ejemplo, si estás experimentando un bloqueo de escritor con una obra de ficción, pregúntate: "¿Cuál es un rasgo del personaje que puedo explorar más?".
- Perseguir la felicidad: Identifica lo que te aporta alegría reflexionando sobre las actividades diarias. Por ejemplo, si no estás seguro de cómo aumentar tu felicidad, pregúntate: "¿Qué cosa sencilla me ha aportado alegría hoy?".
- Conseguir objetivos: Desglosa tus objetivos en pasos factibles con preguntas concretas. Por ejemplo, si quieres comer más sano, pregúntate: "¿Qué verdura puedo añadir a mis comidas esta semana?".
- Resolver conflictos: Cambia tu perspectiva en los conflictos tratando de entender el punto de vista de la otra persona. Por ejemplo, si estás en desacuerdo con alguien, pregúntate: "¿Qué intención positiva hay detrás de sus acciones?".
Estrategia nº 2: Visualice su éxito
Formular preguntas no amenazadoras generará ideas para aplicar el cambio. Pero, ¿y si no te atreves a poner en práctica esas ideas? Maurer sugiere que te prepares mentalmente para avanzar visualizando los pasos que quieres dar.
Maurer sugiere que la clave para una visualización eficaz es la repetición y la progresión gradual. Recomienda el siguiente proceso para integrar la visualización en tu rutina:
- Seleccione una tarea que le ponga nervioso y dedique unos segundos al día a visualizarla.
- Durante cada sesión, cierre los ojos e imagínese realizando la tarea. Utiliza todos tus sentidos: mira, oye, huele, toca y siente emociones como si estuvieras actuando en la vida real.
- Imagine resultados positivos, como completar con éxito la tarea o recibir una respuesta favorable de los demás.
- A medida que te sientas más cómodo, aumenta gradualmente la duración de las sesiones. A continuación, empieza a intercalar retos, como posibles obstáculos o los peores escenarios, y visualízate gestionándolos con eficacia.
Estrategia nº 3: Actuar de forma gradual
Una vez que hayas preparado tu cerebro para la acción, es hora de tomar medidas para hacer realidad los cambios deseados. Maurer dice que la mejor forma de avanzar es realizar acciones tan pequeñas y sin esfuerzo que parezcan demasiado triviales para que cuenten como progreso.
Maurer sugiere que formular preguntas no amenazadoras (estrategia nº 1) permite descubrir acciones concretas que puedes emprender para facilitar los cambios que deseas. Para ilustrar lo pequeñas que deben ser estas acciones, veamos ejemplos de acciones iniciales que podrías emprender:
- Superar la autocrítica: Después de preguntarte a ti mismo "¿Cuál es una contribución que he hecho hoy en el trabajo?", te das cuenta de que has aportado ideas valiosas durante una reunión de equipo. Anotas esta contribución en una nota adhesiva, para poder verla y recordarla más tarde.
- Despertar la creatividad: Guiado por la pregunta "¿Qué rasgo de mi personaje puedo explorar más en mi ficción?", descubres un aspecto poco desarrollado de la herencia irlandesa de tu personaje. Abres una lista de reproducción de baladas tradicionales irlandesas para inspirarte.
- Perseguir la felicidad: Reflexionar sobre la pregunta "¿Qué cosa sencilla me ha dado alegría hoy?" te ayuda a recordar lo mucho que has disfrutado de una tranquila taza de café por la mañana. Pones el despertador cinco minutos antes para poder saborear tu café tranquilamente.
- Alcanzar objetivos: Al plantearte "¿Qué verdura puedo añadir a mis comidas esta semana?", te viene a la mente el agradable crujido del brócoli. Añades el brócoli a la lista de la compra.
- Resolver conflictos: Reflexionar sobre la pregunta "¿Qué intención positiva hay detrás de sus acciones?" te ayuda a entender que la otra persona puede estar intentando mantener un alto nivel de trabajo. Anota un aspecto positivo de su ética laboral.
Estrategia nº 4: Resolver problemas menores
Ahora que hemos explorado cómo identificar, preparar e iniciar pequeñas acciones, pasemos a otra estrategia para aplicar el cambio: Resolver problemas menores. Maurer recomienda tres ejercicios para identificar y abordar problemas menores en la vida diaria:
1) Reflexione sobre dificultades pasadas. Esto le ayudará a detectar y responder a problemas actuales que podrían insinuar retos futuros. Para reflexionar con eficacia, empieza por recordar un reto importante al que te hayas enfrentado. A continuación, identifique los pequeños problemas que pronosticaban el reto y, basándose en ellos, considere las medidas que podría haber tomado para evitarlo. Por ejemplo, si tu negocio fracasó, una señal de alerta temprana podría haber sido un ligero aumento de las devoluciones de productos. Un ajuste de la estrategia comercial basado en esta información podría haber mantenido a flote la empresa.
(Nota breve: si en algún momento de este paso sientes la tentación de criticarte a ti mismo, recuerda que el objetivo no es reprenderte por no haber abordado determinados problemas, sino aumentar tu conciencia de los problemas actuales que puedes resolver. Annie Duke (Pensar en apuestas) sugiere que es más probable que caigas en la trampa de la autorrecriminación cuando estás bajo la influencia del sesgo retrospectivo. Esto ocurre cuando conoces el resultado de una decisión y eres propenso a pensar que era obvio y que deberías haberlo previsto. Recuerda que, en aquel momento, el resultado no estaba claro. Sólo en retrospectiva quedó claro).
2) Identifique los errores menores: Esto le ayudará a abordar sus errores, lo que, a su vez, evitará que surjan problemas mayores. Para identificar errores, piense en un paso en falso que haya dado recientemente. Considere si este error indica un problema más amplio o tiene el potencial de convertirse en un problema mayor si no se controla. Por ejemplo, puede que no hayas cumplido un plazo de entrega, lo que podría indicar problemas mayores, como una mala gestión del tiempo o hábitos de procrastinación.
3) Preste atención a las señales de advertencia: Esto te ayudará a anticipar y prevenir futuros retos. Para ello, piense en una pequeña molestia o preocupación. Considera si es un indicador temprano de un problema mayor que podrías evitar. Por ejemplo, durante una primera cita, tu pareja puede interrumpirte continuamente, lo que indica una falta de respeto. Puedes decidir no tener una segunda cita para evitar problemas más importantes en el futuro.
Estrategia nº 5: Recompense sus esfuerzos
Maurer afirma que te resultará más fácil practicar sistemáticamente las estrategias anteriores si utilizas pequeñas recompensas para alimentar tu motivación.
Subraya que las pequeñas recompensas son más eficaces que las grandes: Las grandes recompensas suelen provocar una intensa presión para hacer algo realmente impresionante para ganarlas. Esta presión puede desviar tu motivación, llevándote a centrarte únicamente en ganar la recompensa. Como resultado, una vez obtenida la recompensa, no te sientes motivado para seguir adelante.
Maurer ofrece cuatro sugerencias para integrar pequeñas recompensas en tu rutina:
1) Recompense sus esfuerzos y sus resultados para seguir implicado en el proceso de alcanzar su objetivo. Por ejemplo, si quiere escribir un libro, prémiese cada vez que termine una sesión de escritura, así como cada vez que complete un capítulo. (Nota breve: Robbins (Despertar al gigante interior) añade que recompensarse inmediatamente después de realizar una acción crea una asociación placentera con la acción en sí, lo que le motiva a seguir realizándola).
2) Mantenga las recompensas rápidas y sencillas para que pueda recompensarse inmediatamente después de cada paso, lo que reforzará la conexión entre la acción y la retroalimentación positiva. Por ejemplo, tómate un descanso de cinco minutos o date un pequeño capricho después de completar la acción. (Nota breve: Clear (Hábitos atómicos) sugiere un método para aplicar recompensas rápidas y sencillas: Programa tus pasos entre actividades que ya te resulten gratificantes. De este modo, integrará sin esfuerzo el proceso de recompensa en su rutina actual).
3) Asegúrese de que las recompensas se ajustan a su objetivo. Por ejemplo, si su objetivo es ahorrar dinero, recompensar sus gastos prudentes con una lujosa juerga de compras sería contraproducente. Por el contrario, pasar una tarde con un libro o una película preferidos apoyaría sus esfuerzos. (Nota breve: Aunque el consejo de Maurer pueda parecer obvio, muchas personas adoptan comportamientos contraproducentes, también conocidos como autosabotaje. La investigación en psicología positiva indica que las personas pueden autosabotearse cuando se acercan a conseguir algo que desean debido a su miedo al fracaso).
4) Personalice las recompensas para motivar a los demás a cambiar. Por ejemplo, si quiere recompensar a sus hijos por mantener limpia su habitación, es más probable que les anime a seguir haciéndolo si piensa en lo que les hace sentirse apreciados, como ganar tiempo extra para jugar. (Nota breve: Una forma de personalizar de forma significativa las recompensas para los demás es tener en cuenta su lenguaje amoroso. Gary Chapman (Los 5 lenguajes del amor) explica que las personas entienden y expresan afecto y aprecio de una de estas cinco maneras (palabras de afirmación, tiempo de calidad, regalos, actos de servicio y contacto físico), y necesitan recibir el aprecio en su propio "lenguaje del amor" para sentirlo de verdad).
Estrategia nº 6: Fíjese en los detalles sutiles
La última estrategia de Maurer, fijarse en los pequeños detalles, le anima a prestar más atención a los momentos cotidianos. Maurer explica que esta atención favorece el avance hacia el objetivo, ya que te ayuda a descubrir oportunidades de mejora, a disfrutar del proceso y a mantener una actitud positiva.
Maurer identifica tres áreas en las que fijarse en los pequeños detalles de la vida cotidiana puede ser beneficioso:
- Tu tranquilidad: Si padeces ansiedad, fijarte en pequeños detalles puede desviar tu atención y aliviar tu aprensión. Por ejemplo, si te sientes abrumado por un plazo inminente, observar la calidez de la luz del sol a través de la ventana puede proporcionar un contraste reconfortante a tus preocupaciones.
- Tus relaciones: Si sientes que tus seres queridos te descuidan o se muestran distantes, fijarte en las pequeñas muestras de cariño o afecto puede fomentar un sentimiento de aprecio y conexión. Por ejemplo, reconocer el esfuerzo de tu pareja por preparar tu comida favorita o el rápido mensaje de texto de un amigo para saber cómo estás puede reforzar los lazos de apoyo que compartís.
- Tu carrera profesional: Si tu objetivo es mejorar profesional o creativamente, fijarte en los pequeños detalles puede ayudarte a afinar matices que mejoren la calidad de tu trabajo. Por ejemplo, prestar atención a las reacciones sutiles de tus clientes puede revelarte información crucial sobre sus preferencias.
Preguntas, al estilo Kaizen
Maurer presenta estrategias sencillas y eficaces que le permitirán evitar la respuesta de lucha o huida, avanzar y alcanzar sus objetivos. Sus estrategias se basan en la técnica japonesa del kaizen. Las preguntas, escribe Maurer, catalizan el cambio al activar las regiones de resolución de problemas del cerebro. Cuando planteas una pregunta, tu cerebro la toma como una señal para buscar respuestas, lo que desvía tu atención de las razones para no cambiar y la dirige hacia posibles formas de hacerlo. (Nota breve: el proceso de resolución de problemas que describe Maurer coincide con lo que se conoce como elaboración instintiva. En pocas palabras, hacer una pregunta crea una laguna en tu comprensión. En respuesta, tu cerebro se siente obligado a llenar este vacío con una respuesta e inicia un proceso para encontrar soluciones).
Maurer dice que hay que hacerse regularmente preguntas no amenazadoras que conduzcan a soluciones. Subraya la necesidad de formular las preguntas de forma que no desencadenen la respuesta de lucha o huida, que dificultará la búsqueda de soluciones. Por ejemplo, si su objetivo es dejar de fumar, preguntarle "¿Cómo puedo dejar de fumar hoy?" podría provocarle una ansiedad que exacerbaría su resistencia al cambio. En cambio, una pregunta más suave, como "¿Qué puedo hacer para reducir el consumo de tabaco este mes?", es menos probable que provoque estrés y más probable que dé lugar a soluciones.
Para aplicar esta estrategia, Maurer recomienda integrar las preguntas en la rutina diaria. Después de formular una pregunta, comprométete a hacértela todos los días, quizá como parte de tu rutina matutina. Esta práctica diaria es crucial por tres razones:
- Tu cerebro asocia frecuencia con importancia: Cuanto más te concentras en una cuestión, más la interpreta tu cerebro como prioritaria y destina recursos a abordarla.
- El cerebro mejora la resolución de problemas con la repetición: Centrarse repetidamente en la misma pregunta anima al cerebro a explorar la cuestión desde distintos ángulos y con mayor profundidad, lo que puede conducir a soluciones más perspicaces y bien desarrolladas.
- El cerebro se adapta a través de la repetición: Con el tiempo, esta práctica continua modifica tu forma de pensar sobre el cambio en general, fomentando una mentalidad que busca automáticamente formas de implementar cambios en otras áreas de tu vida.
Ejemplo: Kaizen en acción
Un uso práctico del kaizen puede verse en el libro The Toyota Way de Jeffrey Liker. Describe el kaizen como pequeñas mejoras incrementales de la velocidad y la calidad que, con el tiempo, se traducen en grandes beneficios. Muchos procesos de las cadenas de montaje se repiten miles de veces al día, por lo que una reducción de incluso unos pocos segundos en cada repetición se acumula rápidamente.
El enfoque kaizen de Toyota consta de dos etapas:
- Una etapa de modelización, en la que se esbozan las etapas del proceso de fabricación, se identifican los residuos y se calculan los plazos de producción. Esta fase es relativamente corta.
- Una fase de aplicación práctica, en la que se prueban y perfeccionan las mejoras identificadas en la fase de modelización. Esta fase es detallada, iterativa y continua.
La fase de modelado
Toyota modela su cadena de producción como un "sistema pull": un sistema en el que la demanda de un producto por parte del cliente "tira" del producto a través de la cadena de montaje. Un ejemplo típico de sistema pull es un restaurante: El pedido de un plato por parte de un cliente pone en marcha los procesos necesarios para producirlo. Esto contrasta con los "sistemas push" más tradicionales, en los que un fabricante produce un número determinado de productos y los envía para su venta, independientemente de si el minorista ya tiene el artículo en stock.
Toyota también utiliza sistemas pull para trasladar el trabajo en curso de una estación a otra. Cuando los trabajadores de los procesos posteriores están listos para recibir más piezas, utilizan señales(kanban) para comunicarlo a los trabajadores de los procesos anteriores. El kanban puede ser tan complejo como una señal digital o tan sencillo como devolver un contenedor vacío para que se llene.
El "flujo de valor" es la secuencia de acciones en la cadena de montaje que añaden valor para el cliente. Todo lo demás se considera desperdicio. Liker explica que Toyota utiliza el mapeo del flujo de valor para identificar qué partes del proceso añaden valor y cuáles pueden minimizarse o eliminarse. Para trazar la cadena de valor, los miembros del equipo dibujan un recuadro para cada puesto de trabajo de la cadena de montaje. A continuación, observan lo que ocurre entre cada proceso y toman notas sobre las transiciones entre las estaciones de trabajo. ¿Las piezas se transportan largas distancias? ¿Esperan en colas? ¿Se mueven los trabajadores con eficacia? Anotan toda esta información en los huecos entre las cajas.
El flujo de una pieza es una representación del flujo de valor perfecto. En el flujo de una pieza, los productos pasan por la planta únicamente por procesos que añaden valor, sin desperdiciar tiempo ni materiales. El flujo de una pieza es lo opuesto a las prácticas tradicionales de fabricación por "lotes y colas", en las que se producen grandes cantidades de piezas con mucha antelación y luego se colocan en colas a la espera de ser procesadas. El flujo de una pieza también se denomina sistema "justo a tiempo", ya que cada estación de trabajo recibe las piezas justo a tiempo para trabajar en ellas.
Los Siete Baldíos
El mapeo del flujo de valor permite identificar los residuos. Liker enumera siete tipos de residuos:
- Exceso de producción
- Exceso de existencias
- Exceso de movimiento
- Tiempo perdido
- Transporte ineficaz o innecesario
- Prácticas laborales ineficaces
- Producción de piezas defectuosas
Cuando se traza el flujo de valor, el objetivo es identificar todas las áreas de desperdicio y encontrar formas de reducirlas.
La fase de aplicación
La segunda parte del enfoque de Toyota sobre el kaizen se encuentra en la fase de aplicación. La forma habitual de iniciar el kaizen es el proceso de limpieza 5S:
- Seiri (ordenar): Deshacerse de lo innecesario.
- Seiton(sistematizar): Idear un sistema lógico para almacenar y exponer los elementos necesarios.
- Seiso (brillo): Asegúrate de que todo permanece en su sitio. Arregla los objetos rotos.
- Seiketsu (normalizar): Registrar las normas e instrucciones y compartirlas con todos los que utilicen el espacio.
- Shitsuke (sostener): Garantizar que ninguna parte del sistema se deteriore.
Liker comenta que algunos consultores lean entran en una empresa, hacen esta limpieza y declaran que el kaizen ha concluido, pero esto no es más que el punto de partida.
Jidoka (Detección inteligente de errores)
En el enfoque kaizen de Toyota, es crucial descubrir los defectos en una fase temprana. Liker explica que en los procesos de fabricación tradicionales, las grandes pilas de inventario pueden ocultar defectos que no se descubren hasta mucho más tarde, lo que dificulta la localización de la causa del problema. Toyota elimina los defectos manteniendo deliberadamente bajos los niveles de inventario y mediante jidoka (detección inteligente de errores).
El telar de Sakichi Toyoda -diseñado para detenerse automáticamente cuando detectaba un solo hilo roto- es el ejemplo prototípico de jidoka. Cuando el telar se paraba, era una señal de que algo iba mal y una llamada para solucionar el problema.
Aplicado a la cadena de montaje, Liker denomina a este concepto "calidad en la estación", lo que significa que en cada estación de trabajo, tanto las personas como las máquinas inspeccionan cada pieza recién recibida y detienen la línea inmediatamente si detectan algún problema. Las prácticas habituales de Toyota, como mantener unos niveles mínimos de inventario y una línea de visión clara en todo el taller, también ayudan a los trabajadores y supervisores a detectar los problemas a tiempo. Los mecanismos de señalización que alertan a los demás de que algo va mal (pulsar un botón, tirar de una cuerda, alarmas automáticas) se denominan yon. Cuando se activa un andon , otros miembros del equipo acuden corriendo a ayudar a resolver el problema.
Liker señala que, en términos de eficiencia, esta práctica parece contraintuitiva: ¿cómo puede ser eficiente una cadena de montaje si se detiene cada vez que alguien detecta un defecto? Argumenta que, a corto plazo, detener el montaje no es eficiente. Sin embargo, detener la cadena de producción añade urgencia al proceso de resolución de problemas, por lo que éstos se resuelven mucho más rápido de lo que lo harían si no se hubiera detenido la cadena. Y a largo plazo, detectar y resolver rápidamente los errores mejora drásticamente la eficiencia de toda la línea.
Seguir practicando Kaizen
Si desea profundizar en la práctica del kaizen, consulte las guías completas de los libros mencionados en este artículo.